Los cultivos de los abuelos

Durante los próximos dos días conoceremos unos tipos de cultivos muy especiales que han sido cultivadas tradicionalmente en la zona donde vivimos: las variedades locales.

Estas variedades o tipos de cultivo, reproducidas y cultivadas por nuestros antepasados, son muy importantes porque donde mejor crecen y más cosecha dan es en nuestra zona. También tienen mucha importancia en todo el planeta, ya que serían nuestro salvavidas en el caso de que cambiase mucho el clima de nuestro planeta y tuviésemos que buscar otros cultivos que crezcan bien con el nuevo clima. Es por ello que debemos conocer y ayudar a conservar las variedades locales que descubramos en nuestra zona ¡creando nuestro propio Banco de Semillas!

Etapa/Ciclo:

  • Educación Primaria.

Distribución Temporal:

  • Dos sesiones.

Materiales y Recursos Didácticos:

  • Semillas de variedades locales.
  • Folios reciclados.
  • Caja de cartón con tapa.
  • Materiales para decorar el Banco de Semillas.

Objetivos:

  • Conocer las variedades locales que se han cultivado tradicionalmente en la zona.
  • Favorecer el contacto y el flujo de información intergeneracional.
  • Promover el uso de nuestras variedades locales.
  • Crear un banco de semillas en la clase.

Secuenciación Didáctica:

En esta actividad conoceremos qué son las variedades locales de los cultivos y buscaremos a personas conocidas que tengas semillas de ellas para que nos den algunas. Con ellas, crearemos nuestro propio banco de semillas y, si es posible, intentaremos cerrar el ciclo de vida de esa variedad de cultivo hasta recoger sus semillas. De esta manerA colaboraremos con la conservación de ese tesoro natural.

Sesión I

Para comenzar, investigaremos qué es una variedad local. Para llegar a su definición, antes deberíamos de tener claro que para un mismo cultivo pueden existir diferentes variedades. Podríamos usar el ejemplo de la lechuga, de la que existe y todos nococemos difernetes tipos o variedades: Primavera, oreja de mulo, cogollitos, etc. Algunas de estas variedades pueden ser comerciales y son usadas en muchas partes diferentes del mundo. Otras son variedades que se usan en áreas muy restringidas (una región, un pueblo, etc). Estas últimas son las llamadas variedades locales; variedades seleccionadas por nuestros ancestros para obtener la mejor producción de un cultivo bajo las condiciones existentes en cada región.

Una vez explicado y asimilado el concepto de variedad local, comenzaremos un trabajo de investigación para averiguar si tenemos alguna variedad local en nuestro pueblo/ciudad. Debemos planificarnos para preguntar a familiares y conocidos hortelanos por la existencia de cultivos en la población cuyas semillas no se encuentren en el mercado, sino que su cultivo año tras año sea posible gracias al trabajo de recolección y almacenamiento de las semillas por parte de los hortelanos de la zona.

En el caso de que exista una o más variedades locales, se pedirán semillas para almacenarlas en clase y sembrarlas cuando llegue el momento adecuado. Para cada variedad debe recogerse y anotarse la siguiente información: Nombre del cultivo + Nombre de la variedad + Año de recolección de las semillas + Nombre del propietario de las semillas + Cuándo se siembra + Cuándo se cosecha. Esta información se guardará, en forma de ficha, junto al sobre con las semillas.

Sesión II

Con las semillas de variedades locales que hemos conseguido crearemos el banco de semillas de nuestra clase, que será una caja de cartón que decoraremos con las técnicas que creamos adecuadas. En su interior guardaremos las semillas dentro de pequeños sobres de papel que haremos en clase con folios reciclados. Cada sobre debe llevar el nombre de la variedad y el año en que se recogieron las semillas. La demás información será recogida en pequeñas fichas que se guardarán junto a cata tipo de semillas.

Si estamos en fecha adecuada para sembrar alguna de las variedades locales que hemos podido reunir, procederemos a sembrarlas en vasitos de yogur, como queda explicado en la actividad “Guardería de hortalizas”, de este mismo bancal. Las cuidaremos en clase hasta que tengan el tamaño adecuado para plantarlas en el huerto.

Si es posible, intentaremos cerrar el ciclo de cultivo recogiendo nuestras propias semillas de las plantas de variedades locales que obtengamos. Estas semillas también se conservarán en nuestro banco de semillas y nos servirán para obtener los cultivos del siguiente año. De este modo contribuiremos con la conservación de las variedades locales.

Si no conseguimos semillas de variedades locales o buscamos enriquecer esta actividad podríamos contactar con la Red Andaluza de Semillas (RAS) o la Red de Resiembra e Intercambio (ReI) para colaborar con ellos en alguna de sus campañas destinadas a centros educativos.

— Dani Trigueros

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