Los cuidados de nuestras plantitas

¡Hola a todos, pequeños jardineros! Hoy hablaremos sobre los cuidados que debemos dar a nuestras plantitas. Para que crezcan fuertes y saludables, necesitan tres cosas importantes… ¡y las conoceremos si seguimos leyendo!

Primero, recordemos que ya tenemos un sustrato de cultivo perfecto que preparamos o recibimos en la actividad anterior. Lo siguiente que necesitan es:

El agua: Las plantas necesitan agua, ¡pero no demasiada! Imaginaos que las estamos cuidando como si fueran nuestros amiguitos. Queremos darles justo lo que necesitan, así que les daremos un poco de agua para mantener la tierra húmeda. No queremos que se ahoguen ni que el agua se escape por los agujeritos de las macetas.

La luz del sol: Nuestras plantitas también necesitan luz solar para crecer felices. Si están cerca de una ventana que mira hacia el sur, donde el sol brilla más, será perfecto. Pero, no te preocupes si no tenemos esa ventana en nuestra clase. Lo importante es comparar cómo crecen en diferentes lugares, uno con mucha luz solar directa y otro con poca.

Así que, pequeños hortelanos, recordad dar a vuestras plantitas el agua adecuada y un poco de luz solar. ¡Veremos cómo crecen y aprenderemos mucho juntos!

Etapa/Ciclo:

  • Primaria_1, 2 y 3.

 Distribución Temporal:

  • Dos sesiones. La primera de ellas cuando las plantitas obtenidas en «Guardería de hortalizas» tengan una altura de unos 5 cm. La segunda, dos semanas después.

 Materiales y Recursos Didácticos:

  • Plantitas de lechuga (o de otros cultivos) obtenidas en «Guardería de hortalizas«.
  • Carteles identificativos para cada grupo de plantas: «bien iluminadas/mal iluminadas»; «correctamente regadas/sin riego/con demasiado riego».
  • Táper, cubo u otro recipiente de tamaño similar.

Objetivos:

  • Conocer los requerimientos de luz y agua de las plantas.
  • Aprender cómo cuidar las plantas pequeñas para que crezcan sanas y fuertes.
  • Asimilar conceptos haciendo uso de experimentos.

Secuenciación Didáctica:

Explicaremos a los alumnos que las plantitas que han nacido necesitan luz y agua para poder crecer sanas y fuertes, y así las podamos llevar a vivir al huerto algún día. Comprobaremos lo que ocurre cuando no se les dan los cuidados necesarios a nuestras plantitas mediante un experimento. Para enriquecer la actividad sería adecuado que, al menos dos clases, lo comiencen el mismo día (en una se pondrán las plantitas en un lugar con buena iluminación solar directa y en otra, alejadas de las ventanas, sin luz solar directa).

Si no fuera posible, este experimento se puede llevar a cabo con una única clase, poniendo unas plantas en una zona con buena ilumninación y las otras en una zona sin luz solar directa.

Sesión I

El riego es muy importante para el crecimiento de las plantas. Esto lo podremos comprobar seleccionando cuatro de las plantitas que sean más representativas de la clase. Dos de ellas las dejaremos sin riego durante dos semanas. Las otras dos las introduciremos durante el mismo tiempo en un recipiente mayor con bastante agua, de tal modo que la totalidad del sustrato quede encharcado. Identificaremos correctamente con rotulador indeleble y las pondremos cerca de nuestra ventana. Al resto de plantas seguiremos dándole un riego normal.

En esta sesión tendremos tiempo para repasar todas las cosas mágicas que han ocurrido con la semilla desde el momento en que llegó a nuestras manos.

Sesión II

A las dos semanas intercambiaremos dos plantitas de nuestra clase con la otra clase.

Para comprobar cómo afecta el riego y la iluminación a nuestras plantas, dispondremos dos mesas en el centro de la clase. En una de ellas colocaremos las plantas bien/mal iluminadas; en la otra, las cuatro plantitas del experimento del día anterior (sin riego/con demasiado riego) y otras dos plantas que han recibido un riego normal. Para interpretar los resultados de forma sencilla, ayudará identificar con carteles cada grupo de plantas. Los alumnos se situarán alrededor de ellas.

Con lo que estamos observando, podremos debatir la importancia del agua para las plantas y por qué creen que las plantas que no regamos y las que dejamos encharcadas están tan mal. La falta de riego hace que nuestra planta no pueda crecer y termine muriendo. Para entender cómo un exceso de agua puede afectar negativamente al crecimiento de nuestras plantas podemos explicar que las raíces de las plantas también necesitan aire para respirar y, si regamos mucho, el agua encharcada no deja espacio para el aire en el suelo por lo que la raíz, y por lo tanto la planta, se asfixian.

Para comprobar la importancia que tiene una buena iluminación para su crecimiento, observaremos las plantas de la otra mesa. Las plantas a las que les da la luz solar directa crecen más sanas y fuertes. Si la luz que llega a nuestras plantitas ha sido muy escasa (sin iluminación solar directa), éstas crecen altas, muy finas y débiles (ahiladas) al principio, pero normalmente terminan muriendo porque su tallo se dobla con facilidad. Esta altura no se debe confundir con la de una planta sana y fuerte de crecimiento normal, con hojas y tallo de color verde más intenso.

Una vez concluida esta actividad, el alumnado debe tener clara la importancia de una correcta iluminación y un riego adecuado para que las plantas en maceta crezcan sanas y fuertes. Esta importancia también se observa en el huerto, por lo que los cultivos regados correctamente y con buena iluminación darán más cosecha y tendrán menos plagas y enfermedades.

Los conocimientos adquiridos aquí nos permitirán seguir cuidando correctamente las plantitas de lechuga hasta plantarlas en su lugar definitivo. Dichas plantitas nos servirán para realizar la siguiente actividad.

— Dani Trigueros

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