¿Regamos con tapones?

¡Muy buenos días, aprendices de hortelano/a! ¿Sabíais que las plantas también tienen sed? Imaginad que las plantitas que estamos cuidando son pequeñas mascotas verdes. Al igual que un perro o un gato, necesitan agua para crecer y estar saludables. 

Hoy vamos a aprender cuánta agua necesitan las plantitas que estamos cuidando usando tapones para regar. Observaremos cómo cambian y van necesitando más agua a medida que crecen. Pero, ¿cuánta agua es necesaria? ¡Vamos a descubrirlo juntos!

Etsapa/Ciclo:

• Educación Primaria.

Distribución Temporal:

• Varias sesiones parciales, desde que nuestras plantas tienen unos 5 cm de altura hasta que tienen la altura suficiente para llevarlas al huerto o a una maceta (10-15 cm de diámetro).

Materiales y Recursos Didácticos:

• Tapones reciclados de diferentes tamaños.
• Plantitas con las que hemos trabajado en las anteriores actividades de este bancal o cualquier otra plantada en una maceta pequeña.
• Probeta o jeringa sin aguja de 5-10 mililitros.

Objetivos:

• Realizar recuentos.
• Operar con multiplicaciones y fracciones.
• Conocer los requerimientos de riego de las plantas.
• Aprender a regar correctamente nuestros cultivos.

Secuenciación Didáctica:

Decimos a los alumnos que el riego de hoy es especial, porque nos va a ayudar a conocer cuánta agua necesita nuestra plantita y así podremos cuidarla mejor.

Comenzaremos lavando los tapones que usaremos para regar (recordar que no debemos desperdiciar el agua). En una zona donde no importe que se moje el suelo, añadiremos un tapón de agua a nuestra plantita, esperamos dos minutos y, si no drena agua por el fondo de la maceta, añadimos un nuevo tapón de agua y esperamos de nuevo. Seguiremos añadiendo tapones de agua hasta que empiece a drenar. En este momento dejaremos de regar y anotaremos el número de tapones que hemos usado para regar junto a la fecha en nuestro cuaderno del huerto.

Este recuento de tapones de riego lo realizaremos en los siguientes riegos, cada 3-4 días (o cuando la superficie del sustrato comience a secarse, si esto ocurriese antes). Procederemos de este modo hasta que nuestras plantitas hayan crecido lo suficiente como para llevarlas al huerto (10-15 cm de altura sin contar las raíces). Cada día que reguemos, anotaremos la cantidad de tapones de agua que ha necesitado nuestra plantita junto a la fecha del día en que se ha regado.

Cuando las plantas estén listas para mudarse de casa, preguntaremos al alumnado y debatiremos todos juntos sobre cómo ha cambiado la necesidad de riego de nuestras plantas conforme han ido creciendo.

Además, en Segundo y Tercer Ciclo de Primaria podremos practicar las multiplicaciones y las fracciones. Para ello realizaremos los cálculos necesarios para conocer los mililitros de agua que va consumiendo nuestra planta en cada período (multiplicaciones; obtendremos el dato “X mililitros en Y días”) y el consumo diario (fracciones; obtendremos el dato “X mililitros en 1 día”).

a)  Para determinar el primer dato mediremos el volumen de agua que contienen los diferentes tapones de riego con ayuda de una probeta o una jeringa. Cada alumno, conociendo el volumen de agua que cabe en su tapón y los tapones que ha usado para regar cada vez, obtendrá el dato multiplicando ambos valores y lo referirá a los días entre riegos (X mL/Y días). Anotaremos dicho valor (entre paréntesis) en nuestro cuaderno del huerto junto al dato de tapones que usamos ese día.

b) Para determinar el riego diario que ha necesitado nuestra plantita para crecer, usaremos fracciones para dividir el volumen obtenido en el subapartado a) entre el número de días que hace desde el anterior riego. De esta manera, obtenemos el dato del consumo de agua diario de nuestras plantas (X mL/1 día). Observando cómo va aumentando este valor a medida que nuestra plantita crece, podremos comprobar más visualmente cómo evoluciona el consumo de agua de nuestra planta. También podremos calcular cuántas veces aumenta el consumo de agua en la última medición de riego con respecto a la primera medición (dividiéndolos).

c) Finalmente podemos representar los resultados obtenidos en los subapartados a) y b) en gráficas de líneas o barras para que sean más visuales y podamos interpretar más fácilmente qué está ocurriendo.