Las plantas aromáticas y su reproducción especial

¡Hola a todos los aprendices del huerto escolar! Hoy vamos a descubrir un grupo de plantas súper especiales para nuestro huerto, ¡las plantas aromáticas! ¿Alguna vez has olido una flor o una hoja y te pareció increíble? Bueno, eso es lo que hacen estas plantas, ¡desprenden olores muy ricos! Las plantas aromáticas pueden ser árboles altos como el naranjo amargo, arbustos bonitos como la lavanda o incluso hierbas pequeñitas como el perejil. Y aquí viene lo más chulo, muchas de estas plantas son medicinas naturales o hacen que la comida sepa deliciosa.

¿Por qué son tan geniales para nuestro huerto escolar? Porque nos ayudan a cuidar nuestras plantitas, ¡son como las enfermeras del jardín! También nos ayudan a aprender cosas nuevas en clase, como hacer bolsitas de olores súper frescos o pócimas para sentirnos mejor. ¡Son plantas mágicas!

Por si no fuera suficiente, algunas de estas plantas son tan mágicas que podemos hacer nuevas plantas a partir de trocitos de sus ramas. Es como si del rabo que ha soltado una lagartija pudiera crearse una nueva lagartija… increíble, ¿verdad? ¡Vamos a ver cómo podemos hacerlo en nuestra clase!

Etapa/Ciclo:

  • Infantil y Primaria_Todos.

Distribución Temporal:

  • Tres sesiones.

Materiales y Recursos Didácticos:

  • Ramas de distintas plantas aromáticas (si es posible, recolectadas con el alumnado, tras pedir los permisos necesarios).
  • Vasos de tubo o tarros alargados.
  • Lana o hilo grueso.
  • Macetitas o vasitos de yogur.
  • Sustrato para semillero u otro adecuado para plantas de interior.
  • Retales de tela de distintos colores o bolsas de infusión vacías.
  • Grapadora y celo.

Objetivos:

  • Reconocer las plantas aromáticas y sus usos.
  • Valorar el papel de las plantas aromáticas como ayudantes en el huerto.
  • Aprender a reproducir plantas asexualmente mediante trozos de rama.
  • Fabricar bolsitas de olor para perfumar la clase, armarios y ahuyentar polillas.

Secuenciación Didáctica:

Esta actividad puede ser utilizada en todos los cursos de educación infantil y primaria, adaptando los contenidos al curso en cuestión. Para ello, proporcionaremos al alumnado la parte de la información adecuada al currículo para ese nivel.

Sesión I

Para comenzar, conversaremos un poco sobre qué son las plantas aromáticas, cuáles conocemos y sobre sus usos. Debemos hacer hincapié en que es muy importante plantarlas en nuestro huerto ya que son unos ayudantes excelentes porque con sus olores alejan a insectos “malos” (los que dañan a nuestros cultivos; forman las plagas) y atraen a los “buenos” (insectos amigos o fauna auxiliar). Buscaremos fotos e información sobre el romero y la lavanda.

Tras unos 15 minutos, saldremos al huerto escolar, al jardín del centro o a algún parque cercano para conocer las plantas aromáticas que crecen cerca de nosotros. Iremos centrando la atención en las posibles plantas aromáticas que encontremos y hablaremos sobre su nombre y usos. Finalmente dejaremos que la huelan y preguntaremos qué les parece su olor y si le recuerda a algo.

Como el romero y la lavanda son bastante comunes en jardines y parques, jugaremos a encontrarlas y, si es posible, a recolectar algunas de sus ramitas. A las plantas aromáticas les sienta muy bien la poda, así que no haremos daño siempre que no recolectemos más de un 20 % de sus ramas. Para que no sufran mucho, debemos cortar las ramas de varias plantas grandes con tijeras. Si no es posible, se puden recolectar 1-2 días de otro huerto y jardín y conservar en bolsas de plástico cerradas con un poco de agua.

Debemos tener ramas suficientes para elaborar saquitos aromáticos de lavanda para todos y plantar los esquejes de romero y lavanda. Las ramas para los esquejes deben ser de unos 10 cm de largo y tener el tallo durito (color marrón claro); necesitaremos 4-5 de cada especie. Si la recolección se hace en un jardín o parque público, se debe pedir permiso y/o ayuda a la entidad que corresponda.

Al llegar a clase, meteremos las ramas de cada planta en un vaso diferente, con agua. Debemos colocarlas con las ramitas que salen del tallo principal hacia arriba. El resto de ramas de lavanda las pondremos a secar colgadas en clase de una cuerda o hilo grueso hasta que las necesitemos en la siguiente sesión.

Sesión II

En la segunda sesión vamos a obtener nuestras propias plantas aromáticas a partir de las ramas que recolectamos. Estas ramas se denominan esquejes, y son una forma que tienen las plantas para reproducirse de forma asexual, es decir, sin necesidad de que participen los dos sexos. Este es un momento idóneo para introducir o recordar la reproducción asexual en plantas.

Para que estas ramas o esquejes se conviertan en nuevas plantas, lo primero que deben hacer es echar raíces. Para que salgan las raíces debe de haber oscuridad; esto lo podemos conseguir de dos maneras y así lo haremos nosotros. La mitad de los esquejes los plantaremos en macetitas rotuladas correctamente con sustrato adecuado, enterrando 1/3 de su longitud y al menos un nudo al que hayamos quitado las hojitas, y lo mantendremos húmedo. La otra mitad la dejaremos en los vasos, que recubriremos con papel de aluminio o folios reciclados, ayudándonos de alguna goma o celo.

Si los dejamos en un rincón de la clase, mantenemos el nivel de agua en el vaso y el sustrato húmedo, pero sin encharcar, y tenemos paciencia, los esquejes terminarán echando raíces. Esto lo podemos comprobar inspeccionando regularmente los vasos retirando el papel; o en la maceta, cuando comiencen a asomar por debajo o bien veamos que en el esqueje están saliendo ramitas nuevas.

Una vez han echado las raíces, deberíamos pasar los esquejes que manteníamos en los vasos a macetitas con sustrato. Un mes después, ya podríamos plantar nuestras plantas de romero y lavanda, obtenidas mediante reproducción asexual, en su lugar definitivo.

Sesión III

En esta última sesión vamos a usar las ramitas de lavanda que secamos en el aula para confeccionar saquitos aromáticos para perfumar y ahuyentar polillas.

Para ello sólo debemos rellenar con un poco de lavanda seca los saquitos, que fabricaremos con los retales de tela, con la ayuda de grapadora o clics. Si usamos las bolsas de infusión vacías, solo debemos rellenarlas con lavanda y cerrarlas con lana o hilo grueso.

En los cursos superiores de educación primaria se puede continuar la experiencia investigando acerca de la infusión de lavanda (100 g de lavanda en 1 litro de agua hirviendo, dejar enfriar, filtrar y pulverizar sobre nuestros cultivos) para repeler insectos dañinos en nuestro huerto y del alcohol de romero (llenar tarro hermético con ramas de romero, cubrir con alcohol 96º, esperar 15 días agitando el tarro diariamente, filtrar y repartir en recipientes de 10-20 mL) para dar masajes. Estos dos extractos vegetales son fáciles de preparar y nos resultaran muy útiles en el huerto y en casa.

— Dani Trigueros

No comments yet.

Deja un comentario

Traduce »