Esos fantásticos seres que reciclan nuestros desechos

¿Sabían que en nuestro huerto podemos crear un espacio mágico donde nosotros metemos los desechos orgánicos que no queremos y sacamos uno de los mejores alimentos para el huerto? Esto es lo que hace el compostaje, ¡y es como un truco de magia!

Este espacio es como una gran caja especial llamada compostera. En esta caja, los desechos orgánicos desaparecen poco a poco como por arte de magia. ¿Qué son los desechos orgánicos? Son cosas como cáscaras de frutas, restos de verduras, hojas y cualquier otra cosa que venga de los animales o las plantas. La compostera se encarga de ellos.

Y adivinad qué sucede al final. Obtienes algo asombroso: ¡compost! Es como una tierra negra que está llena de cosas buenas para las plantas, como alimentos con vitaminas para nosotros. Este compost es la mejor comida que podemos dar a nuestros cultivos y al suelo de nuestro huerto.

¿Quién hace este compost y cómo lo hace? Bueno, eso es lo que vamos a descubrir en estos tres emocionantes días. ¡Prepárate para un viaje mágico al mundo del compostaje!

Etapa/Ciclo:

  • Primaria_2 y 3.

Distribución Temporal:

  • 3 sesiones.

Materiales y Recursos Didácticos:

  • Lupas.
  • Guía de identificación de organismos descomponedores (acceder aquí).
  • 3 tarros de cristal.
  • 3 servilletas de papel.
  • 3 gomas o elásticos.
  • Hojas de hortalizas en trozos pequeños (1 vaso de unos 200 mL).
  • Restos de fruta, no cítricos (1 vaso).
  • Envoltorios de plástico y tapones de botellas PET (1 vaso).
  • Móvil con cámara de fotos.
  • Cartulina.
  • Rotuladores o lápices de colores.

Objetivos:

  • Descubrir quién y cómo se hace el compost.
  • Observar procesos de degradación de la materia orgánica en el huerto y en el aula.
  • Conocer que la materia orgánica se recicla naturalmente y valorar sus implicaciones.
  • Identificar invertebrados de distintos grupos.
  • Realizar un sencillo experimento para recrear en el aula un proceso natural observado.
  • Expresar los resultados de un experimento de acuerdo al método científico.

Secuenciación Didáctica: 

Para conocer qué ocurre dentro de las composteras debemos visitar una que ya tenga el compost haciéndose desde hace dos meses, como mínimo. Es preferible que la compostera sea la del huerto escolar o de algún familiar, ya que las composteras domésticas no son tan biodiversas. El compost comprado normalmente viene sin vida visible, por lo que queda descartado.

Focalizaremos la atención del grupo en los animales que observaremos en la compostera e intentaremos ponerles nombre, ya que estos son algunos de los seres que fabrican el compost. Una vez identificados será mucho más fácil explicar cómo se produce el compost y podremos usarlos para reproducir el proceso de compostaje en clase, dentro de tarros.

Sesión I

Explicaremos al alumnado que vamos a visitar una compostera para descubrir cómo es posible que en ella se pueda reciclar tanta basura sin coste alguno. En contraste, la basura que va a los vertederos necesita mucho dinero y energía para ser reciclada; además, en su transporte se contamina el aire.

A continuación, nos dirigiremos a observar el proceso de compostaje in situ con algunas herramientas de mano y los tres tarros del experimento.

Una vez en la compostera, observaremos y describiremos la mezcla de materiales que vemos dentro (¿existen muchos/pocos/ningunos trozos reconocibles de verdura, frutas, papel, …?,¿están secos o húmedos?,¿cómo huele?,¿qué color tiene?,¿se ven animalitos moviéndose por la superficie?, etc). Con alguna herramienta de mano o un palito removeremos el compost para comprobar si a una profundidad de 10-20 cm se observa lo mismo que en superficie o es diferente. 

Contaremos que todos esos bichitos que se ven entre los materiales se están alimentando de ellos y de esta manera los van haciendo “desaparecer”. Además, existen muchísimos otros seres vivos trabajando dentro que sólo podríamos ver con microscopios. Toda esta vida, trabajando gratis para nosotros, recicla los residuos orgánicos que producimos sin gasto energético y sin contaminar…¡y además nos fabrican abono ecológico!

Como ya hemos descubierto que son tan importantes, ahora vamos a jugar a ponerles nombre. Pero no cualquier nombre; vamos a usar unas guías como hacen los científicos para llamarlos por su nombre verdadero. Con la lupa cuando sea necesario y usando una sencilla guía para la identificación de organismos descomponedores (acceder aquí), intentaremos identificar a los diferentes grupos de invertebrados observados. Además de los invertebrados incluídos en la guía también podremos encontrar otros animales como ratones, larvas de moscas y escarabajos, milpiés o arañas.

Antes de volver al aula, rellenaremos ¾ partes de los tarros con suelo de huerto. A continuación añadiremos una capa de compost de 1 dedo de grosor aproximadamente con algunos de los animales identificados. Por último añadiremos un poco de agua; con 2-3 tapones de botellas de refrescos será suficiente. Estos tarros los guardaremos en un lugar oscuro del aula, tapados con una servilleta sujeta con un elástico hasta la siguiente sesión. También cogeremos un puñado de ramitas y hojas secas.

Sesión II

En la segunda sesión realizaremos un experimento donde reproduciremos el proceso de compostaje en clase dentro de tarros de cristal. De este modo podremos observar cómo van cambiando los restos orgánicos por acción de los seres vivos hasta convertirse en compost.  En la primera sesión ya rellenamos parte de estos tarros con el fin de añadir los animales que realizan el compost y proporcionarles las condiciones ideales para que trabajen a gusto. Ahora añadiremos diferentes tipos de desechos para que se alimenten y observaremos los cambios que van sufriendo con el tiempo.

En cada uno de los tarros vamos a añadir materiales con distinta velocidad de descomposición. En el primero, que identificaremos como Residuos Inorgánicos, añadiremos materiales inorgánicos como envoltorios de plástico, anillas de latas o tapones de refrescos, etc. En el segundo añadiremos una capa similar de hojas y ramitas secas; y en el tercero, la capa será de restos frescos de verdura y fruta (no cítricos). A continuación, cubriremos cada tarro con una servilleta que sujetaremos un elástico, tomaremos fotos de los perfiles de capas en los tarros y volveremos a colocarlos en un lugar oscuro hasta la siguiente observación. Para concluir la sesión, compartiremos lo que cada un@ piensa que ocurrirá en cada tarro. Semanalmente se irán realizando observaciones y tomando fotos de las capas, humedeciendo si se empieza a secar el suelo.  

Sesión III

Cuando en alguno de los tarros ya no se puedan identificar restos del material inicial, habrá llegado el momento de concluir el experimento. En esta sesión, con las observaciones y fotos que se han ido haciendo semanalmente, debatiremos para confeccionar un poste del experimento donde aparezca: Título, Objetivos, Método (¿cómo lo hemos hecho?; hacer hincapié en los animales que añadimos), Resultados y Conclusión (qué pueden comer los organismos descomponedores, lo hacen a igual velocidad, importancia de éstos en el compostaje y en los ecosistemas naturales…). La mayor parte del poste se dejará para los resultados, ya que deben incluir las imágenes impresas de la evolución de los materiales en los diferentes tarros.

Observando el poste, podremos deducir qué meteriales se puden comer los organismos descomponedores o compostadores y cuáles se comen con mayor velocidad, es decir, cuáles les gustan más. De este modo, también aprendermos que no debemos añadir materiales inorgánicos a la compostera, ya que no se los pueden comer y, por tanto, no sirven para hacer compost.

— Dani Trigueros

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